La guía del conocedor para contratar a un ingeniero de mezcla

Contrata Ingenieros de Mezcla Top

Escoger un ingeniero de mezcla es una parte clave de producir una canción. Una buena mezcla puede ayudar a que brille una buena grabación, mientras que una mezcla mediocre puede hacer que suene plana. Como no es una práctica común ni recomendable grabar o regrabar partes después de que la canción ha sido mezclada (aunque llega a suceder en raras ocasiones), resulta innegable que mezclar es un parteaguas en el proceso de producción; es un punto de no retorno. Como resultado, es donde músicos y productores deben “dejar ir” y poner su fe en un especialista para que le haga justicia a su grabación. Empecemos desde arriba.

¿Qué es mezclar?

Mezclar música es el proceso de tomar una grabación multipista y “mezclarla” en una sola pista estéreo (izquierda y derecha). Antes de mezclar tienes una sesión multipista, por ejemplo, 12 pistas individuales de batería, 6 pistas de voz, una pista de bajo, 2 pistas de guitarra y 4 pistas de teclados, en total unas pocas docenas de pistas. Después de realizar la mezcla tendrías un archivo estéreo, y este archivo de audio es casi el producto final para distribución. Una canción está realmente “terminada” una vez que la mezcla se masteriza. Por lo tanto, ¿por qué es tan importante mezclar? Por lo que sucede durante el proceso de mezcla. Un ingeniero de mezcla hace mucho más que sólo “combinar” las pistas. Verás, la mezcla está totalmente relacionada con el contexto, con la forma como se comportan, suenan y sienten los elementos individuales del arreglo al interactuar entre ellos, y cómo eso afecta la experiencia general del oyente. El proceso de mezcla puede dividirse en las siguientes partes principales. Una manera fácil de entenderlas es a través de las herramientas que el ingeniero de mezcla utiliza para cada una. La combinación de estas cosas que hace el ingeniero de mezcla afecta enormemente el sonido y la sensación de una canción grabada, razón por la cual una buena mezcla es tan importante.

Balance y paneo

Uno de los más importantes componentes de la mezcla es balancear los niveles de los instrumentos individuales entre sí. ¿La guitarra debería sonar fuerte o suave?¿Qué instrumento toma el centro del escenario en qué sección de la canción? Balancear los niveles de instrumentos grabados individualmente puede sonar fácil, pero es una forma de arte, y además dinámica. El nivel (volumen) de una pista (como un instrumento o una pista de voz) no se mantiene uniforme a lo largo de una canción. Típicamente diferentes instrumentos toman protagonismo en diferentes momentos, pues de otra forma la canción resultaría aburrida. Y puesto que la mayoría de los instrumentos son dinámicos en sí mismos, es necesario un poco de nivelación para asegurarse de que se escuchen aun cuando suenen muy suave o muy fuerte en determinadas partes, en comparación con otros instrumentos. Algunas veces un ingeniero también “muteará” (silenciará) instrumentos específicos en distintas secciones de la canción, pero esto típicamente lo hace un arreglista o productor como parte del arreglo antes de que se le den las pistas al ingeniero de mezcla.

El paneo implica escoger dónde van a sonar las pistas en el espectro estéreo. Dado que hoy en día la mayor parte de la música se escucha en estéreo, los instrumentos individuales pueden colocarse en el extremo izquierdo, justo en el centro, en el extremo derecho, o en algún punto intermedio. El paneo se ocupa creativamente para generar una sensación de amplitud estéreo y a veces de movimiento, y también quirúrgicamente para ayudar al oyente a entender qué instrumento está tomando, literalmente, el “centro del escenario”.

Ecualización y compresión

Después del nivel y el paneo, dos instrumentos importantes en la caja de herramientas de un ingeniero de mezcla (y en la mayoría de los canales de las consolas de mezcla) son la ecualización (EQ) y la compresión. Si no estás familiarizado con lo que hace la ecualización, sólo piensa en las perillas de “agudos” (treble) o “graves” (bass) en estéreos viejos, o en la pestaña de EQ en iTunes. La ecualización se usa para manipular (elevar o atenuar) ciertas frecuencias. Algunas veces los ecualizadores se usan para manipular grupos de instrumentos, o incluso la mezcla completa. La curva de frecuencias de un instrumento depende de cómo, dónde, y con qué micrófono (si es un instrumento real) fue grabado, y de entrada, éste pudiera no ser el mejor sonido, especialmente en el contexto de todos los demás instrumentos que lo acompañan. Los ingenieros pueden hacer que los instrumentos suenen más brillantes o más opacos, más prominentes en los graves o más delgados de maneras muy particulares para que se acomoden mejor con los otros instrumentos, y asegurarse así de que todos tengan espacio en la mezcla. La ecualización se usa para manipular instrumentos que pelean entre sí por “espacio” en el espectro de frecuencias, como por ejemplo, el bajo y el bombo, que comparten frecuencias bajas que en ocasiones compiten. Ambos pueden sonar muy bien solos, pero juntos suenan turbios. La ecualización se puede usar para sacar a la superficie lo mejor de una pista o para esconder frecuencias problemáticas en pistas específicas, para hacer que ciertos instrumentos sobresalgan de la mezcla o para que se sientan más suaves, para obtener más claridad, o bien, para aumentar o disminuir la calidez o peso percibidos de una pista.

La compresión se usa de dos maneras. El uso más común de un compresor es nivelar el rango dinámico de pistas individuales. Imagina planchar una forma de onda que tiene grandes picos y valles profundos, para que las partes suaves se hagan un poco más fuertes y las partes fuertes se hagan un poco más suaves. Un buen ejemplo lo constituye la voz humana, que es un instrumento muy dinámico. En las oraciones, o incluso en palabras sueltas, hay grandes cambios de volumen. Tomando en cuenta que escuchamos la música pop en pequeñas bocinas o mediante audífonos, y frecuentemente lo hacemos en ambientes ruidosos, resulta difícil escuchar todos los matices de los instrumentos dinámicos, especialmente si los oímos junto con una docena de otros instrumentos. En casos así la compresión ayuda, le permite al oyente entender cada sílaba suave de la voz de un cantante, mientras asegura que las sílabas fuertes no salten de manera agresiva. Esto es fundamental para poder disfrutar una grabación sin tener la mano en la perilla del volumen, así como para entender toda la letra, incluso en el contexto de una mezcla cargada y un ambiente ruidoso. Los compresores se usan para “aplastar” y aplanar la montaña rusa en que consiste el volumen interno de estas pistas.

La segunda forma en la que se utilizan los compresores es como un efecto creativo. Algo genial puede ocurrir cuando exageras el efecto de un compresor y lo empujas fuerte; de hecho cambia la sensación del instrumento. Puede hacer que un instrumento que sonaba algo débil se sienta fuerte y más urgente. Literalmente puede hacer que la batería suene como si hubiera sido golpeada con mayor fuerza de como en realidad lo fue, o bien, que las voces suenen como si tuvieran más urgencia y chispa que la grabación original. Los compresores también pueden ser utilizados de cierta manera para causar la sensación de que determinados instrumentos están “pulsando” (pumping), y para “pegar” y juntar ciertos instrumentos si se sienten desconectados. Los compresores son herramientas mágicas de manipulación sonora, y cuando se usan correctamente pueden agregar personalidad. Por esta razón los ingenieros los aman tanto.

El arsenal de un ingeniero de mezcla incluye otros efectos creativos para que las canciones suenen más interesantes y le agreguen “dulce al oído”. La reverberación (reverb), los delays, la distorsión, los filtros, el chorus y los flangers son, todos ellos, efectos creativos populares. Los reverbs y delays son probablemente los más populares del grupo y se utilizan para agregar espacio y profundidad a las mezclas. Agregar reverb o delays a los instrumentos hace que suenen como si estuvieran en un espacio físico. Dado que hoy en día la mayoría de las pistas se graban con el micrófono muy próximo a la fuente, al reproducirse terminan sonando muy cercanas y secas. Los reverbs y delays abordan este problema y colocan psicoacústicamente esa misma grabación seca en un espacio exuberante. Existen distintos sabores de reverbs, y de hecho algunos tienen nombres de lugares como “club pequeño” (small club) o “sala grande” (large hall). Al agregar reverb y delay, las pistas suenan “más lejanas”, lo cual propicia una manera asombrosa de darle profundidad a la mezcla. El hecho de mantener ciertos instrumentos “cerca” (secos - dry) y otros “lejos” (mojado - wet), crea una ilusión de espacio entre ellos. El uso de demasiado reverb o delay o del tipo incorrecto puede hacer rápidamente que una mezcla suene cursi o amateur. Cuando se usan correctamente, estos efectos pueden ser hermosos y conmovedores. Puedes usar reverbs cortos y mínimos para un sonido íntimo, o grandes para un efecto de ensueño o de estadio. Los reverbs y delays algunas veces se usan para suavizar pistas particulares que de otra forma suenan ásperas y secas, y otras veces para pegar y juntar instrumentos y hacer que suenen como si hubieran sido grabados en el mismo cuarto cuando no fue así. Algunos usos populares del delay incluyen los slap delays (piensa en las voces de Elvis o John Lennon), o repeticiones de eco sincronizadas al ritmo de la canción (como puedes escucharlas en muchas producciones pop). Estos ecos se pueden hacer sonar difusos o bien definidos.

Mezclar tiene que ver con habilidad, gusto y saber servir a la canción. La misma canción se puede mezclar de muchas maneras distintas. Mezclar implica muchas decisiones creativas así como “maniobras” expertas, y cuando se hace bien, verdaderamente puede hacer que una canción brille y sea interesante.

Ingenieros De Mezcla

Escogiendo al ingeniero de mezcla indicado

Allá afuera hay muchos ingenieros de mezcla con estilos, experiencia, pericia y niveles de atención al cliente variados. Aquí hay preguntas que hacer y factores que buscar que te ayudarán a tomar la decisión de si un ingeniero de mezcla es el colaborador indicado para ti.

Muestras de mezcla

No hay nada que ayude más a entender el estilo y la habilidad de un ingeniero que escuchar canciones que ha mezclado previamente. Una muestra de sonido puede hablar más que mil palabras y deberías confiar en tus oídos. Una cosa que hay que tener en mente es que las pistas en las que ha trabajado podrían ser diferentes a las tuyas en estilo o calidad de grabación, y eso puede hacer una gran diferencia. Está bien preguntarle a un ingeniero si puedes esperar resultados similares después de haber tratado el precio y haberle enviado una mezcla preliminar (rough mix) de tus pistas. En ese punto el ingeniero debería tener la suficiente información como para decirte si puedes esperar que tu mezcla se aproxime a las muestras en su portafolio (demo reel).

Género

Cada ingeniero tiene un estilo de mezcla diferente, y eso es natural. Esto no es diferente a los músicos que están más conectados con (y que tienen más experiencia en) un género en particular. El estilo de un ingeniero de mezcla frecuentemente dependerá de la música que le agrada, de la que trabaja con más frecuencia y de sus habilidades. “Lograr” realmente los matices de cualquier género es fundamental para dar en el clavo con ese sonido. Hay ingenieros que son eclécticos y trabajan en una amplia gama de géneros, pero frecuentemente resulta de gran ayuda encontrar a un especialista. Recomiendo escuchar el portafolio de un ingeniero para darse una idea de cuál es su estilo. El hecho de que un ingeniero conecte realmente con tu género de música hará una enorme diferencia. El ingeniero de mezcla es un geek y si, por ejemplo, le gusta el EDM (música electrónica) y trabaja mucho en dicho género, ya sabrá cómo obtener ese sonido pulsante que podrías estar buscando, y no tendrá que comenzar experimentando. El enfoque para ecualizar un bombo o bajo para una pista de jazz es totalmente diferente al de una canción de rock. Si en el portafolio del ingeniero de mezcla no escuchas una pista que sea de tu género, siempre puedes preguntar si tiene una que no haya sido incluida.

Presupuesto

Este factor es obvio. Como todo lo demás en la vida, los ingenieros de mezcla trabajan con un amplio rango de presupuestos. No te dirijas a un ingeniero ganador del Grammy si tu presupuesto es de $400 (USD) por canción (te doy una pista: los ingenieros de primer nivel cobran miles por canción). Del mismo modo, no esperes que tu mezcla suene justo como la de Katy Perry si grabaste la canción en tu dormitorio y tienes un presupuesto $200 por canción para tu ingeniero de mezcla. Hay ingenieros jóvenes y apasionados que por $200 trabajarán para ti toda la noche, y que podrían conseguirte un resultado significativamente mejor que el que podrías obtener por ti mismo. Sé realista acerca de lo que estás dispuesto a gastar y lo que estás esperando a cambio. En general, las tarifas empiezan en $200 por canción y suben hasta varios miles. Un consejo: algunos ingenieros te darán un buen trato en la tarifa por canción si pagas varias canciones por adelantado. Algunos de los factores que determinan la tarifa vigente de un ingeniero son sus años en el negocio, sus créditos (y éste es un gran factor), sus reseñas, sus habilidades, su equipo y su disponibilidad.

Condiciones de pago

Algunos ingenieros de mezcla quieren el pago por adelantado, algunos la mitad por adelantado y la otra mitad contra entrega, y otros están dispuestos a recibir el pago completo contra entrega sólo cuando estés contento, siempre que financies el trabajo por SoundBetter (pues de este modo saben que no vas a desaparecer). Puedes escoger la opción con la que te sientas más cómodo; sólo asegúrate de entender qué condición de pago incluye una propuesta antes de escoger a tu ingeniero. Si realmente quieres trabajar con alguien pero no te sientes cómodo con sus condiciones de pago, puedes pedirle que las cambie y podría estar de acuerdo. Sé justo y sensato con el tiempo que el ingeniero dedicará a tu música.

Créditos y reseñas

Los ingenieros de clase mundial confían en que sus créditos den cuenta de su habilidad. Si has escuchado en la radio canciones que ellos han mezclado, sabrás del nivel de destreza que puedes esperar de ellos.
Para ingenieros con menos créditos o no tan conocidos, las reseñas son una poderosa alternativa. Al leer lo que otros clientes tienen que decir acerca del trabajo que realizaron con ellos, te darás una idea de si cumplieron con las expectativas de los clientes. Todos los músicos están apegados emocionalmente a su música. Si varios músicos le hicieron una gran reseña a un ingeniero de mezcla, sabrás que éste no sólo cumplió con las expectativas, sino que probablemente también le dio una buena atención al cliente. Es importante encontrar a un ingeniero que se tome el tiempo para llevar a cabo tu visión. Un ingeniero puede tener habilidades, pero si no está dispuesto a incorporar tu retroalimentación, corres el riesgo de tener una experiencia desagradable o de no obtener una mezcla con la que estés feliz. Puedes leer reseñas de ingenieros en SoundBetter. Las reseñas verificadas son aquellas cuya autenticidad garantizamos. Al contratar a alguien a través de una plataforma como SoundBetter tendrás una ventaja extra, puesto que al final del trabajo le harás una reseña al ingeniero, y eso ellos lo saben. Esto ayuda a tener la seguridad de que van a ir más allá para hacerte feliz.

Equipo

El equipo que utiliza un ingeniero es menos importante que los factores mencionados previamente. Existen mezclas de radio que suenan asombrosas y que fueron hechas completamente “in the box” (es decir, mezcladas en la computadora y no en una consola de mezcla análoga). Un gran ingeniero de mezcla puede hacer maravillas con una laptop, en tanto que uno mediocre o incorrecto para el género puede destrozar una canción en una consola análoga. No creas en toda la publicidad. Sin embargo, vale la pena ver dónde trabaja un ingeniero y qué equipo usa. Sólo se trata de un factor más que contribuye a entender qué tan serio es en relación con su oficio. ¿Está en un dormitorio sin tratamiento acústico, con una laptop y bocinas mediocres, o va a mezclar tu música en una consola profesional en un cuarto de control acondicionado acústicamente? En estos días, la mayoría de los ingenieros se encuentra en algún punto intermedio de dicho espectro. Yo no haría del equipo el factor decisivo, pero sí recomiendo tomar nota al respecto.

Trabajando con un ingeniero de mezcla (o ayudarlo a que te ayude)

Dando buenas indicaciones

Dado que en la mezcla existe un elemento creativo, es importante que el ingeniero de mezcla y tú se encuentren en el mismo canal, así, al tomar decisiones creativas, el ingeniero se alimentará de tu enfoque en la producción, de tu mezcla preliminar y de tus notas. Esto no significa que tu mezcla preliminar tenga que ser muy buena, pero sí que debería dar una dirección general del balance, paneo y estilo que estás oyendo. Si, por ejemplo, visualizas que el piano está al frente, casi a la par con las voces, tu mezcla preliminar es una buena manera de hacérselo saber al ingeniero. También es muy útil incluir notas. Algunos ejemplos de notas específicas de una pista podrían ser: “me gustaría que el bombo sonara enorme y pesado”, o “me gustaría que la tarola llevara la canción y que tuviera un golpe seco”, o “me gustaría que las voces estuvieran sucias, incluso un poco distorsionadas”, o “vamos por un sonido agresivo en la batería, como las de The Killers”; “quiero que el sintetizador esté suave en los versos y fuerte en la parte C”, o “mantengámosla muy orgánica y dinámica”, o “las cuerdas deberían sentirse en el fondo excepto en el final”, o “me gusta que mis voces tengan mucho reverb o delay, como U2”, o “las voces de fondo deberían estar mucho más abajo que la voz principal”. Adjetivos del léxico de audio que ocupan frecuentemente los profesionales son “claridad”, “calidez”, “urgencia”, “apretado”, “mojado” (que suele traducirse como mucho reverb), “amplio”, “sucio”, “limpio”.
Si estás pidiendo que algún instrumento en particular tenga un volumen alto, recuerda que la intensidad sonora de éste en la mezcla sólo es relativa al nivel de los otros instrumentos. No existe algo como un instrumento que suene fuerte en un vacío, después de todo el escucha final tiene la perilla general de volumen. Únicamente existe “algo más fuerte que otra cosa en la mezcla” y ese “algo más fuerte” engaña a nuestra mente para que lo sintamos con ese nivel de volumen. Así que evita pedir que todas las pistas suenen fuerte. Tú o el productor necesitan escoger 2 ó 3 elementos que quieran que se escuchen “más fuerte” que los demás en la mezcla, y comuníquenselo al ingeniero. Es importante escoger qué instrumento tomará el centro del escenario, pues si todos lo toman, ninguno captará los reflectores y el resultado será una mala mezcla. Podrías querer que la mezcla general suene “fuerte”, y puedes hacérselo saber al ingeniero de mezcla y/o masterización. Toma en cuenta que el precio de un alto volumen general es la dinámica (es decir, que ciertas partes suenen más fuerte que otras). Por ejemplo, grabaciones viejas como “The Wall”, de Pink Floyd, no suenan muy fuerte, pero son muy dinámicas, es decir, los clímax de las canciones tienen más volumen que las partes suaves.

Muchos clientes también incluyen una pista de referencia en forma de mp3, o de un enlace a una canción en YouTube. Esto es sumamente útil, especialmente si no logras que tus indicaciones se entiendan bien. No hay necesidad de averiguar cómo describir profesionalmente el sonido de batería que deseas, si simplemente le puedes poner alguna canción al ingeniero, y le señalas “¡eso!”. Si le envías un enlace al ingeniero y le dices “éste es el sonido que estoy buscando”, eso puede proporcionarle una referencia útil. En este caso, es muy importante que seas razonable en tus expectativas, porque si tu arreglo y producción son muy diferentes a los de la mezcla de referencia, va a ser difícil saber cuáles deberían ser las similitudes. Si, por un lado, la canción de referencia que enviaste tiene una producción de alta calidad, con una gran instrumentación o muy buenos sampleos, y una asombrosa interpretación grabada en un espacio magnífico, y por otro lado, tu canción fue grabada durante el fin de semana con intérpretes o un equipo no muy brillantes, no esperes que la mezcla compense estas carencias, lo que pongas va a ser muy cercano a lo que recibas.

Preparando una canción para un ingeniero de mezcla

Preparar una canción para un ingeniero de mezcla es algo en lo que vale la pena que ocupes tu tiempo. Si tú no haces este trabajo, él tendrá que hacerlo y ¿no preferirías que ocupara su tiempo mezclando en lugar de dedicarlo a preparar o resolver problemas? Quieres que esté inspirado cuando esté mezclando tu música, y no frustrado o cansado de limpiar o de buscarle el sentido a tu sesión. La mayoría de los ingenieros quiere archivos claramente etiquetados y consolidados que empiecen desde cero. Ellos pueden importar estas bandas a cualquier estación de trabajo digital (DAW por sus siglas en inglés) en el que estén trabajando sin tener que preocuparse de compatibilidad entre DAWs, de ediciones que se salgan de sincronía, de archivos ocultos que están referenciados en tu sesión y que ocupan espacio pero no se están utilizando, o de que los mismos instrumentos virtuales o plug-ins que usaste carguen en su máquina.

Preparar tus canciones para la mezcla es, de hecho, muy fácil.

  1. Primero asegúrate de que te gusta tu interpretación en todas las pistas.
  2. Corrige cualquier problema de tiempo (esto es muy importante), edita y escoge las mejores partes de cada pista, corta y mutea las partes que lo necesiten para hacer espacio en la canción y así mantenerla dinámica (en lugar de que todo se esté reproduciendo todo el tiempo), y agrega fades a todas las ediciones y cortes.
  3. Ahora revisa cuidadosamente cada una de las pistas en solo y asegúrate de que los fades estén limpios y de que no haya clicks, pops, o distorsión. Éstos son factores que le dificultarán mucho su trabajo al ingeniero.
  4. A continuación, crea archivos de audio a partir de tus pistas de instrumentos virtuales. En algunos DAWs puedes hacer esto con un comando de “congelar” (freeze) o “consolidar” (consolidate). Si no tienes esta opción, puedes mandar por medio de un bus cada una de tus pistas de instrumentos virtuales a una nueva pista de audio y grabar la pasada completa. El objetivo es entregarle al ingeniero archivos de audio que no dependan de que tenga un plug-in o un instrumento virtual en particular.
  5. Ahora que todas tus pistas son archivos de audio, elimina los plug-ins de todos los canales, a menos de que jueguen un papel muy importante en el sonido de esa pista y estés listo para comprometerte con ese sonido.
  6. Asegúrate de que ninguna de las pistas esté picando (es decir, alcanzando el rojo). Baja el nivel si lo hacen una o dos veces por más de una fracción de segundo.
  7. Finalmente, exporta individualmente como audio todas tus pistas desde el principio de la sesión (o todas desde exactamente el mismo punto) en el mismo formato, la misma resolución de bits (bit depth) y la misma frecuencia de muestreo (sample rate) que tu sesión. Por ejemplo, si grabaste archivos .wav a 24/48, deberías exportar todas las pistas como archivos .wav a 24/48. Las pistas mono deberían exportarse en mono y las pistas estéreo en estéreo. Asegúrate de que todas las pistas estén claramente nombradas y etiquetadas. Dependiendo de tu DAW, las etiquetas de las pistas podrían traspasarse a las pistas de audio exportadas.

Y eso es todo. Comprime esos bebés en un archivo .zip y envíaselos a tu ingeniero de mezcla

Conclusión

Como puedes ver, mezclar es un proceso en parte técnico y en parte creativo. Los ingenieros ocupan parte de su tiempo resolviendo problemas, y parte de su tiempo haciendo que una canción sea sónicamente más interesante y adecuada para el género e intención del productor.

Recuerda, antes de que tu canción sea mezclada es fundamental que ésta sea una buena canción, que tenga un buen arreglo, una buena interpretación y una buena grabación. La mezcla es sólo un paso en el proceso y puede ayudar a que una buena grabación brille, pero si falta alguna de las otras bases, no puede compensar dicha ausencia.