¿Qué es la masterización?

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La masterización le da el toque sonoro final a una canción mezclada. Es el proceso final que se le hace a una canción antes de su lanzamiento y distribución. La masterización tiene como meta abordar los siguientes aspectos:

  1. Emparejar o igualar el carácter sonoro de una canción con el de las demás canciones del álbum o de la secuencia para que la escucha de todas las canciones en el orden final sea natural.
  2. Optimizar la sonoridad de modo que la canción no suene más débil en comparación con las canciones que la preceden o la siguen.
  3. Agregar el último toque de mejora sonora a la canción mezclada, solucionar problemas de audio poco claro o alteraciones de la imagen estéreo, y complementar la mezcla con ajustes sutiles globales de ecualización, claridad, calidez, impacto y dimensionalidad.

La masterización es un proceso más rápido y de menor impacto en el sonido general de la canción que la mezcla; sin embargo, es muy importante como toque final posterior a la mezcla. Su función es refinar la mezcl, de modo que todos los elementos suenen igual o mejor, y darle sonoridad y cohesión adicionales. La masterización es el puente final entre la mezcla y la distribución.
No hay dos trabajos de masterización idénticos. Las sutilezas del material original son cruciales para la forma en que el ingeniero aborde la masterización. Cada ingeniero tiene su propio estilo. En ocasiones, el ingeniero solo necesita realizar pequeños ajustes en una grabación como paso previo a su distribución. Otras veces, la mezcla requerirá un grado importante de trabajo y mejora de la claridad. Independientemente del proyecto, el objetivo de la masterización es el mismo: garantizar un excelente sonido entre diversas plataformas y distintos sistemas de reproducción. La masterización es tanto arte como ciencia, y tiene un lugar de importancia en el proceso de producción. Si no se realiza bien, la canción se escuchará demasiado fuerte y áspera o demasiado apagada y sin fuerza. En cambio, si la masterización está bien hecha y la canción está bien producida y bien mezclada, la experiencia auditiva será superior para el oyente.

Distintas técnicas de masterización

Hay diversas técnicas involucradas en la masterización. Los ingenieros pueden usar algunas de estas técnicas (o todas ellas):

Compresión y limitación: Los compresores y los limitadores reducen el rango dinámico de la mezcla final. Usados con criterio, hacen que la mezcla suene más llena, más fuerte y más uniforme. Es fácil arruinar una mezcla mediante el mal uso de compresores y limitadores, por lo que es crucial trabajar con un ingeniero que tenga experiencia, un buen entorno de escucha, oídos entrenados y equipamiento de calidad. Saturación (clipping): Algunos ingenieros de masterización fuerzan sus convertidores de analógico a digital o usan software para recortar sutilmente los picos de un archivo de audio, con el fin de incrementar la sonoridad percibida. Ecualización: Es la optimización del equilibrio sonoro que complementa la canción. A menudo, se la asocia con términos como "calidez", "profundidad", "brillo", "apertura", "aire", etc. Secuenciación y espaciado: Al masterizar un álbum entero, el espaciado permite determinar la cantidad de silencio entre pistas, previamente secuenciadas en orden. También se pueden agregar fundidos (fades) al final de las canciones. Efectos creativos: Se pueden aplicar otros efectos a toda la mezcla, como distorsión, realce de la imagen estéreo o filtros. Restauración: Mediante este proceso, se pueden eliminar problemas o sonidos no deseados, como "pops", "clics", zumbido y siseo. Preparación para la distribución: Algunos ingenieros preparan los archivos de audio en función de especificaciones particulares de tiendas de música online y sitios web de streaming como iTunes, Spotify, Apple Music o para su escucha en CD. Esto podría implicar la realización de ajustes de formato de audio, profundidad de bits, frecuencia de muestreo y metadata, en función de tus necesidades y de la plataforma de distribución. Otros ingenieros de masterización entregan un archivo en formato .wav de alta resolución, que es con frecuencia suficiente en función de tus necesidades.

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Cómo elegir un ingeniero de masterización

No todos los

ingenieros de masterización son iguales. Entre los factores importantes que se deben tener en cuenta al elegir un ingeniero, se encuentran la experiencia, el equipo que utilice, el entorno de escucha y su especialización en un género en particular. Elegir un ingeniero que haya masterizado grabaciones del mismo género que la tuya tiene sus ventajas. Escucha ejemplos de su trabajo. Esto te permitirá conocer su trabajo y te permitirá decidir si ese ingeniero es el adecuado para ti. ¿Se especializa en masterización? No hay problema si se dedica a otras cosas, siempre y cuando se dedique lo suficiente al arte y la ciencia de la masterización y tenga un equipamiento adecuado, un entorno de escucha cuidadosamente calibrado y mucha experiencia.

En SoundBetter, puedes escuchar muestras de audio, conocer la experiencia de un ingeniero de masterización y leer reseñas de clientes anteriores.

Ten en cuenta que, si bien los ingenieros de sonido más conocidos pueden cobrar miles de dólares por sus servicios, algunos de ellos ofrecen precios reducidos para productores y artistas independientes. Asimismo, algunos ingenieros podrían cobrarte menos si el trabajo que encargas implica varias canciones o un álbum entero y pagas por adelantado. Ten en cuenta que la masterización es un paso relativamente económico en comparación con los demás pasos del proceso, por lo que no tiene mucho sentido escatimar.

Cómo preparar tus mezclas para la masterización

El primer paso en la preparación de una mezcla para la masterización es asegurarte de que te encanta la mezcla. No esperes que la masterización solucione una mezcla que no te agrada.

Una vez que estés satisfecho con la mezcla, exporta las pistas a un archivo estéreo desde tu DAW (estación de trabajo digital) con la misma frecuencia de muestreo y resolución de bits de la mezcla original. Si es 44,1/16, consérvala. Lo mismo si es 48/24 y así sucesivamente. No conviertas a una frecuencia de muestreo superior desde una inferior.

Este es, probablemente, el consejo más importante al preparar una canción para su masterización: asegúrate de que haya headroom. En otras palabras, presta atención a que los picos de la señal no se recorten ni lleguen al máximo del canal master. El ingeniero de masterización necesita espacio para trabajar con el archivo de audio. Una mezcla muy fuerte no deja espacio para maniobrar. Una de las mayores y más frecuentes quejas de los ingenieros de masterización es recibir mezclas demasiado fuertes. Estas grabaciones son difíciles de masterizar, y podrían hacer que el sonido de la canción masterizada terminara pareciéndose demasiado al de la mezcla original. Un headroom de -3 dB normalmente funciona bien, pero como regla general, asegúrate de que el ingeniero de masterización disponga del suficiente headroom para hacer su trabajo.

Si tienes plugins en el canal master, quítalos, a menos que sean efectos creativos que jueguen un papel integral en la producción. En general, tanto compresores como ecualizadores y limitadores deberían eliminarse del bus maestro. Si esto hace que la pista sature, puedes bajar el fader del master o dejar un limitador. Si optas por lo segundo, configúralo para que no reduzca la ganancia sino más bien se encargue de limitar los picos, así no saturas el bus maestro del DAW. Si dejas un limitador, asegúrate de que el dithering (ruido de cuantificación) esté desactivado. Si notas que el limitador está reduciendo mucho la ganancia, incluso si no lo configuraste para ello (es decir, si lo dejaste en 0 o -0,01), eso significa que la señal que le llega al bus maestro es demasiado fuerte, por lo que deberías bajas los faders de las pistas individuales. Si necesitas reducir el volumen de los canales individuales en un par de dB, asegúrate de tener en cuenta las pistas que tengan algún tipo de automatización, ya que podrían volver a su nivel original. Puedes evitar esto reduciendo el nivel de las pistas mediante automatización en lugar de con los faders.

Asegúrate de que no queden pops ni clics en la mezcla. Tal vez no los notes, pero si existen, la masterización los hará más perceptibles. Para encontrar estos problemas, es útil escuchar individualmente las pistas. Presta mucha atención a los puntos de edición. Si no hiciste fades en los puntos de edición, podría haber pops digitales que, aunque puedan pasar inadvertidos cuando suenan pistas en simultáneo, se deben solucionar.

Por último, sé realista respecto de tus expectativas. Ciertos clientes esperan milagros de la masterización. Hay algunos procesos sutiles que se pueden hacer en la masterización para modelar y optimizar la sonoridad, el tono, el impacto y la intensidad. Sin embargo, masterizar no es

mezclar. La masterización solo puede mejorar sutilmente una mezcla. No reemplaza la necesidad de contar con una excelente grabación, producción y mezcla. Esos son los ingredientes que hacen la diferencia. La masterización solo es la cereza del postre.

Masteriza tus canciones

La masterización es un proceso que debería confiarse solo a los ingenieros de masterización profesionales. Es lo suficientemente económica como para justificar el gasto que implica obtener esa mejora adicional del 5 % en tu canción (en comparación a la caída de calidad del 5 % que resultaría de no trabajar con un ingeniero de masterización profesional), teniendo en cuenta todo el esfuerzo que te costó llegar hasta ese punto. Preparar tus mezclas para la masterización y contratar los servicios de un ingeniero talentoso y experimentado en el género musical de tu canción podría darte justo el toque adecuado para que tu grabación pasara de ser buena a ser genial. Ten siempre presente que, si bien un ingeniero de masterización puede hacer que una buena mezcla suene excelente, no puede hacer lo mismo con una mala mezcla.